Las percepciones de los públicos sobre la comunicación del bienestar animal y la crianza responsable en las exposiciones caninas en Antioquia
IG
Investigación que busca dar notoriedad a las opiniones sobre la comunicación del bienestar animal y la crianza responsable, en las exposiciones caninas en Antioquia.
Los certámenes de belleza caninos, promovidos por la Corporación Club Canino de Antioquia, velan por el perfeccionamiento genético de las razas puras, y la difusión de la cultura cinófila. No obstante, esta iniciativa no está exenta de controversias. Mientras algunos asistentes y expertos destacan su valor educativo, otros cuestionan las prácticas y el enfoque de estas exposiciones, señalando posibles conflictos éticos y de comunicación. Este reportaje explora, a través de las voces de sus participantes y críticos, las percepciones y reacciones que surgen en torno a estas actividades.
Antes de comenzar, no está de más conocer un poco a la autora. Cuando era niña comenzó a conocer el mundo a través de movimientos torpes y significados transmitidos por sus padres, todo le parecía increíble, pero solo supo a ciencia cierta el significado de esta palabra cuando vio a un perro por primera vez. Sin conocer la maldad, supo que aquellos seres serían el amor de su vida por siempre. La sensibilidad le atrapaba cada nervio de su cuerpo al pensar en que esos ojitos lindos pasaban necesidades, dolores y maltratos.
Nena e Isabella Giraldo explorando lugares juntas. Créditos: Isabella Giraldo
Creció y tomó la decisión de hablar por ellos, pues son su certeza más grande, aun después de 20 años… “Elijan un tema para el trabajo de grado”, dijo su profesor de la universidad, y sería una ironía pensar que Isabella Giraldo no fue de inmediato a sus amados seres de cuatro patas. Este reportaje va dedicado a mi nenita, la de ojos chocolates y orejas necias, y a todos los perros que habitan Medellín, Colombia y el mundo.
Isabella con un perro sin hogar, en la vereda Cartama, Tmámesis- Antioquia. Créditos: Isabella Giraldo
Siguiendo huellas borrosas
La especie canina tiene sus raíces en el lobo prehistórico y su reconocimiento se remonta unos cien mil años atrás. Se dice que la domesticación de la especie se dió por los restos de alimentos que estos animales encontraron en los asentamientos humano y, posteriormente, por la conducta apacible y cercana de los lobos, que los antepasados decidieron domarlos.
Como consecuencia de esta socialización, los caninos comenzaron a modificar sus condiciones morfológicas, según las necesidades del entorno y la civilización donde habitaban. Y de este modo, nació la segmentación de la especie por razas. En el siglo XIX, durante la primera revolución industrial, se constituyó la base de los libros genealógicos, donde se definió la noción moderna de raza asociada a la de estándar morfológico o de comportamiento.
Y en la necesidad del hombre por clasificar y llevar control de esta especie, que ya tomaba relevancia, se crearon las primeras exposiciones caninas, en 1859 en Inglaterra, y en 1863 en París. Estos eventos se vieron obligados a conseguir un respaldado, y fue cuando nació el Kennel Club Inglés, en 1854. A raíz de esto, se originó el concepto de raza pura, que consta en fijar cada raza en un estándar morfológico y comportamental especifico.
Exposición Canina de Antioquia. 2024. Créditos: redes sociales CCCA.
Una vez se conoce este contexto histórico, es posible aterrizar en el tema que congrega el presente reportaje: los certámenes de belleza canina, en Antioquia, realizados por la entidad Corporación Club Canino de Antioquia (CCCA), la cual tiene como objeto social la agrupación de personas naturales, nacionales o extranjeras, que su actividad principal sea la Cinofilia, o cualquier otro tipo de actividad canina; fomentando el desarrollo y perfeccionamiento genético de las razas puras de acuerdo con el estándar que para cada raza fije la Federación Cinológica Internacional FCI y/o el American Kennel Club AKC, que son las entidades rectoras en el ámbito mundial. Y tienen como misión, orientar la reproducción y crianza de las razas puras caninas llamando la atención de la sociedad y de cualquier entidad o autoridad competente, con el fin de evitar el descuido, el abuso o la explotación comercial que conduzca al menoscabo genético, higiénico sanitario y mal trato a los ejemplares.
Estos certámenes han encontrado cabida en el resto del mundo con la creación de diversidad de clubes como, Sociedad Canina de España (RSCE), Kennel Club de España (KCE), Crufts en Reino Unido, Westminster Kennel Club Dog Show en Estados Unidos, entre otros. Estos clubes son avalados y regidos por las principales instituciones cinológicas a nivel mundial: Federación Cinológica Internacional (FCI) y Kennel Club, que se encargan del registro, la cría canina y la salud de los ejemplares.
Se conoce como perro criollo o mestizo a “cualquier animal que no sigue los parámetros fenotípicos exactos para ser considerado dentro de ciertas razas, lo que también se conoce como pedigrí”. Es decir, esta diversidad genética es el resultado del cruce entre dos o más razas, lo que hace que estos perros no se ajusten a los estándares físicos y de comportamiento utilizados para evaluar a las más de trescientas razas reconocidas en la actualidad. Sin embargo, esta mezcla genética también les otorga resistencia a enfermedades que son comunes en las razas puras, se adaptan a condiciones climáticas adversas y tienen temperamentos dóciles, nobles y agradecidos.
Créditos: redes sociales Fundación Dos Almas.
Aullidos encontrados sobre la Estrategia de comunicación de la CCCA
Catalina Restrepo Ángel, es publicista de profesión y tesorera del Club, hace parte del comité técnico y de exposiciones, es decir, tiene implicaciones en todos los niveles de la Corporación, desde el año 2003. Para ella, la misión de la CCCA es “congregar a los criadores de perros de razas puras, quienes trabajan por su fomento y conservación”. Esta orientación hacia la crianza ética se ve respaldada por la organización de exposiciones caninas, con actividades que buscan “preservar tanto las características físicas como las aptitudes” Añade Restrepo.
En este contexto, se han establecido normativas para los criadores asociados,plasmadas en el documento de dominio público: El Reglamento de Crianza ACCC, 2024,que describe el objeto de la crianza como obtener perros saludables, cuya construcción y mentalidad sean típicas de la raza. Perros que puedan vivir una vida larga y feliz, para beneficio y placer del propietario, la sociedad y el perro mismo. La crianza debe llevarse de tal manera que promueva la salud y el bienestar de la progenie. La limitación del número de camadas por hembra, como lo dice el Reglamento en suartículo 19: Una hembra no podrá ser apareada más de dos celos continuos, luego de lo cual deberá descansar dos (2) celos. Ninguna hembra podrá tener más de seis (6) camadas y el control de enfermedades genéticas como la displasia de cadera, con el fin de evitar el deterioro de las razas.
La estrategia de comunicación de la CCCA ha evolucionado a lo largo de los años. En sus inicios, específicamente en el año 2000, empleaba medios impresos, Restrepo relata: “se imprimían afiches y los pegaban en las universidades, en los colegios, en los restaurantes, en las porterías de edificios y en tiendas”. Además, la entrega de volantes en el Peaje de Las Palmas promovía la participación en el sector donde se llevaban a cabo los eventos; junto con artículos de prensa escrita en medios como Vivir en el Poblado y El Colombiano.
Catalina Restrepo y Ovidio Buitrago. Feria Plaza Mayor. Expomascotas, 2015. Crédito: Corporación Club Canino de Antioquia.
El presidente de la CCCA afirma que su principal medio para transmitir este mensaje es la combinación de teoría y práctica “como demostraciones de adiestramiento y cuidado durante el certamen”, que desde la preparación hasta el momento de la presentación se evidencia el compromiso con el bienestar de los ejemplares. Y es posible corroborarlo mediante los caninos sanos, socializados que cumplen con los estándares de su raza. Del mismo modo, los espectadores generan un sentido de responsabilidad y adquieren herramientas que posteriormente pueden llevar a cabo en su cotidianidad.
Manifiesta, además, la importancia de acabar con las brechas de conocimiento entre criadores experimentados y el público general, de forma que la mayor cantidad de sectores comprendan y conozcan sus prácticas como CCCA, para combatir la información errónea y los criaderos no autorizados.
En cuanto a la crianza responsable, uno de los pilares de la CCCA, enfatiza la mejora continua de las razas a través de cruces selectivos que eviten la reproducción excesiva de las hembras, con normativas como la solicitud de apareamiento, que deberá estar acompañada de prueba de ADN de ambos ejemplares para verificar que no exista consanguinidad.
El secretario ejecutivo de la CCCA, Alejandro Acevedo, comenta que los perros que participan en competencias de belleza y agility son tratados como atletas de alto rendimiento, con cuidados especiales que incluyen una alimentación adecuada, suplementación y fisioterapia. A pesar de estos esfuerzos, se ha observado que la difusión de información sobre la crianza responsable es limitada, según los resultados que sugirieren la realización de más actividades de sensibilización en eventos públicos, colegios, universidades y veterinarias para educar a los futuros dueños de mascotas.
Juan Jiménez Lara, concejal de Medellín por la causa animalista, hace críticas hacia las prácticas de reproducción canina y bienestar. Para él, la reproducción de animales de compañía no puede considerarse responsable mientras persista la sobrepoblación, el maltrato y el abandono de animales. También, menciona que muchas personas adquieren perros con raza pura por su apariencia sin conocer sus necesidades específicas, lo que genera problemas de convivencia y, en algunos casos, lleva al abandono. Un ejemplo particular son las razas braquicéfalas, como el Pug, que, debido a sus problemas genéticos y congénitos, viven una vida de sufrimiento, que pone en duda la ética de su reproducción.
Otra crítica que destaca María Fernanda Moreno, activista animalista, es la sobreexplotación de las hembras reproductoras, que en muchos casos son forzadas a tener múltiples camadas al año, afectando tanto su bienestar como el de los cachorros, quienes en ocasiones terminan maltratados o abandonados. Adicionalmente, se cuestiona su entrega prematura antes de que finalicen su proceso de socialización, lo que genera problemas de comportamiento en el futuro.
Estos argumentos cuestionan entonces, la metodología de la CCCA para la preservación de razas, sugiriendo que se priorizan razas populares, pero menos saludables, como el Bulldog Inglés o el Bulldog Francés, que enfrentan graves problemas de salud a lo largo de su vida. Esta percepción representa un debate entre si estos eventos contribuyen a dicho propósito o si es necesario mejorar los enfoques de comunicación y educación en este aspecto.
Canino de raza Bull Dog Frances. Créditos: Isabella Giraldo Vélez
Natalia Posada citando a la Federation Cynologique Internationale (la mayor organización canina del mundo) afirma que, aunque el ciclo fértil de una hembra comienza entre los seis y los diez meses de edad, no es conveniente reproducirla antes de los doce meses y después de los nueve años. Además, sugiere no apartar al cachorro de su madre antes de las siete semanas de vida, ya que, su bienestar físico y emocional estará fuertemente influenciado por el tiempo que permanezca con ella. Su crítica va hacia el incumplimiento y caso omiso que hacen los criadores a estos reglamentos.
Se evidencia la solicitud a la CCCA de dar mayor accesibilidad a la información, por medio de diversos formatos como materiales visuales, charlas interactivas, infografías y folletos que faciliten la comprensión de temas complejos. Y la invitación de algunos a incursionar de manera más activa en las redes sociales y medios digitales, pues la difusión que hasta ahora emplean llega, en su mayoría, a clientes habituales. Se expresa también la intención de conocer los procedimientos de juzgamiento y el propósito del evento, esto quiere decir, una mejor explicación sobre la mecánica de los certámenes y una mayor visibilidad de los beneficios que estos eventos aportan. Ocultar procedimientos genera confusión o desconfianza respecto al trato hacia los animales.
Olfateando percepciones sobre la comunicación del bienestar animal y la crianza responsable, en estos escenarios
Es importante mencionar a María Fernanda Moreno, una de las entrevistadas. Es una mujer de 33 años, apasionada por el rescate animal desde el año 2006, quien afirma que:
“después de pasar por una depresión muy fuerte en donde sentí que los animales fueron quienes salvaron mi vida, tomé la decisión de devolverles a ellos lo que hicieron por mí”.
Por su enfoque hacia el bienestar animal alrededor del bienestar humano, “y cómo se unen esos dos caminos” añade Moreno, ha creado dos fundaciones que promueven el cuidado animal, Danino y Dos Almas. Además, tiene un diplomado en intervenciones asistidas con animales, y es posible denominarla como activista por los derechos de los animales debido a toda su trayectoria en este ámbito.
Maria Fernanda Moreno con perro en adopción de la Fundación Danino. Créditos: María Fernanda Moreno (2022).
Moreno refleja su preocupación ante estos certámenes “intentando sacar el mejor ejemplar de ciertas razas para mostrarlo como si fuera un trofeo o, a mi parecer, de una forma muy fea, un objeto”. Y su principal argumento recae en la cría “en el entorno actual, no es responsable la reproducción; hay demasiados animales en las calles”.El Índice de las Mascotas Sin Hogar de MARS revela que uno de cada tres vive en esta condición, lo que resulta en una estimación aproximada de 362 millones de perros y gatos viviendo en situación de calle.
Las experiencias negativas más reiterativas de los asistentes a las exposiciones de la CCCA son el uso de collares de ahogo y la falta de descanso adecuado. Algunos participantes relataron haber presenciado situaciones en las que los perros mostraban signos de estrés y agotamiento, lo que generó dudas sobre los métodos de manejo utilizados durante estos eventos. Esta percepción lleva a cuestionar el bienestar de los animales y ha puesto en tela de juicio la ética detrás de algunas de las prácticas que se observan en las exposiciones.
Algunos de los asistentes a las exposiciones caninas, notaron que el ruido, la multitud y la presión de la competencia generaban un ambiente de ansiedad, en el que los perros parecían reprimidos o forzados a realizar actividades que no disfrutaban. Además, otros criticaron que el enfoque principal de las exposiciones estuviera más orientado a ganar premios que al bienestar de los animales, lo que también contribuyó a que se percibiera el evento como un espacio poco natural. Ver a los perros pasar largos períodos en jaulas o siendo obligados a mantenerse quietos por largo tiempo sin suficiente descanso provocó malestar entre aquellos que esperaban una dinámica más orientada al cuidado y disfrute de las mascotas.
Moreno señala que el maltrato en los criaderos incluye omisiones básicas, como no aplicar las vacunas necesarias, lo que genera altos niveles de estrés y enfermedades en los animales. En suma, destaca que una cría ética solo sería posible en un contexto ideal donde se garantice un trato amoroso y responsable a los animales y no existiera la sobrepoblación de la especie.
Pieza gráfica de campaña política de Juan Jiménez. Créditos: redes sociales Juan Jiménez Lara.
En contraste, respuestas obtenidas de entrevistas con Catalina Restrepo, tesorera de la CCCA y con Alejandro Acevedo, secretario ejecutivo de la CCCA y aficionado por el Agility, evidencian inquietud respecto a la falta de regulación legal en la venta de caninos fuera de su ámbito. Esta situación se agrava con la proliferación de razas exóticas no reconocidas oficialmente, como el Bulldog Francés Azul, lo que genera dificultades tanto para los compradores, como para la CCCA. Además, estos últimos se enfrentan a problemas con criadores no asociados que promueven la cría sin seguir las normas de salud y bienestar establecidas, afectando la imagen de la cría responsable que busca proyectar dicha entidad. A pesar de respetar el lema: No compres, adopta, la CCCA sostiene que la crianza de razas puras es importante para preservar la salud genética y el bienestar a largo plazo de los perros.
Perros de raza Boxer y Sabueso socializando en el parque líneal de la Frontera- Envigado. Créditos: Isabella Giraldo Vélez
Los asistentes a las exposiciones de la CCCA valoran aprender sobre nutrición adecuada, la detección temprana de estrés en los perros, y la importancia de revisiones veterinarias regulares, como enseñanzas que contribuyen a la salud, bienestar, comportamiento y socialización de sus mascotas. En sus respuestas destacan también, las prácticas educativas, la interacción con profesionales del cuidado animal, la promoción de la compra responsable y la información sobre el cuidado de razas específicas.
Asimismo, la CCCA implementa medidas en la planificación de cruces entre caninos, asegurando que tanto el padre como la madre estén completamente sanos, con el fin de minimizar la transmisión de problemas de salud a los cachorros. Además, se monitorea la castración de perros con malformaciones, evitando así la propagación de defectos genéticos en futuras camadas. Uno de los principales desafíos actuales que enfrenta la CCCA es cambiar la percepción pública sobre las exposiciones caninas, educando a la comunidad sobre cómo estas actividades están diseñadas para promover el bienestar animal y una crianza ética, en lugar de ser perjudiciales para los animales.
Estos resultados recopilados, junto con la evaluación de información sobre la temática, ponen de manifiesto tanto las similitudes como las diferencias en las opiniones de aquellos actores en pro y en contra. Ambos argumentos comparten preocupaciones sobre la explotación de las hembras en los procesos de cría, lo cual indica dos posibilidades: por un lado, que la CCCA no tenga la suficiente difusión comunicacional para que los contradictores conozcan sobre su reglamento en pro del bienestar y la crianza responsable de sus ejemplares; o que estos hayan tratado casos de maltrato animal durante los procesos de crianza, por parte de establecimientos legales o ilegales de reproducción canina.
Bernes de la Montaña, exposición canina de la CCCA, 2022. Créditos: Isabella Giraldo Vélez.
Sin embargo, se presentan diferencias significativas, en la unión de las posturas de Moreno y Jiménez, se cuestiona la cría en el contexto actual de sobrepoblación, sugiriendo que debería eliminarse cualquier forma de reproducción controlada o desmesurada, y promoviendo así una mayor adopción. En contraste, los entrevistados de la CCCA (como Restrepo y Acevedo) abogan por la cría controlada como un medio para preservar la salud genética de los perros, aunque reconocen los problemas derivados de criaderos que operan sin la supervisión adecuada. Esta discrepancia refleja las diversas prioridades y enfoques hacia la crianza de animales de compañía en el contexto actual.
Finalmente, se hace necesario mencionar lo que el Ministerio Ambiental instituye frente a la temática ligado al creciente mercado de animales de compañía, se reconoce la cría y reproducción masiva de fauna doméstica como una problemática que requiere ser tenida en cuenta, porque trae como consecuencia la eventual selección de rasgos que resultan perjudiciales para estos seres sintientes. Este como sustento legal que existe frente a la problemática, que difiere de la posibilidad de eliminación de la cría canina por completo, y más bien invita a una regulación.
Principales huellas halladas
En función de dar notoriedad a las opiniones sobre la comunicación del bienestar animal y la crianza responsable, en las exposiciones caninas en Antioquia, la recolección, el contraste y el análisis de los resultados permite visibilizar las percepciones, que si bien todas las opiniones tienen el mismo propósito de bienestar animal, difieren en los métodos para lograrlo.
En contraste, entre los resultados de Moreno y Jiménez Lara, se haya similitud en los vacíos de información que tienen frente a estos eventos, aunque son cercanos a la temática por su afinidad con los perros, tienden a desconocer el Reglamento de Crianza que imparte la CCCA anualmente. Además, de la crítica a la explotación de animales en criaderos, y la falta de cariño y contacto humano necesarios para su bienestar emocional. Resultados que indican una percepción hacia las exposiciones caninas como impulsadas por intereses humanos de reconocimiento y dinero, sin evaluar el bienestar animal.
Finalmente, respecto a la estrategia de comunicación que tiene la CCCA para la promoción el bienestar animal y la crianza responsable. Se percibe una conexión sólida y coherente entre su público interno, es decir, conformación de una comunicación corporativa interna eficaz.
Sin embargo, los resultados revelan los desafíos que la CCCA enfrenta respecto a la percepción pública. Hay un nivel de desconocimiento y crítica de sus prácticas por parte de algunos asistentes a las exposiciones caninas. Dato que sugiere una implementación de herramientas y medios de difusión con sus reglamentos que promueven el bienestar animal y la crianza responsable, según sus parámetros. Los actores y artículos de opinión con ideales animalistas muestran una tensión entre los ideales de la CCCA y las prácticas descontroladas de algunos sectores externos, como criaderos extraoficiales a las normativas de la ACCC.
Se solicita, además, un enfoque educativo más claro, pues las percepciones negativas se muestran inconformes con la priorización de la competencia antes que en el bienestar. Mencionan la necesidad de más talleres prácticos y demostraciones.
Por último, en lo que respecta a las percepciones de los públicos relacionados con las exposiciones caninas sobre la comunicación del bienestar animal y la crianza responsable, en estos escenarios. Se evidencian visiones divergentes y convergentes. Por un lado, los actores vinculados de manera directa a la CCCA destacan los esfuerzos por mantener un control genético y garantizar la salud de los perros involucrados para la preservación de las razas. Defienden las exposiciones como un espacio para visibilizar las mejores prácticas en el bienestar animal y asegurar una cría ética. Por otro lado, están aquellos que difieren de la metodología que implementa la CCCA.
Canino de raza Pomeranian. Exposición canina de la CCCA, 2023. Créditos: Isabella Giraldo Vélez.
Cabe señalar los puntos de encuentro, como la cría irresponsable de la especie, especialmente en establecimientos no regulados. En el caso específico, que ambos mencionan, sobre la explotación de las hembras para la reproducción y la proliferación de razas específicas, como el bulldog francés, cuya cría sin supervisión puede generar complicaciones genéticas. Dichas convergencias permiten identificar el problema principal en su mayoría, por los criaderos de razas exóticas, es decir, sin aval de la FCI. Allí radica la crítica de ambos y su preocupación por los efectos que esta tiene en el bienestar de los animales y puede considerarse como punto de partida para el diálogo de opiniones.
María Fernanda Moreno con Andrea Castrillón, médica psiquiatra, en campaña animalista, 2022. Créditos: redes sociales María Fernanda Moreno.
Gracias a los resultados, es pertinente mencionar que las percepciones positivas vienen de público interno y clientes con un vínculo duradero con la CCCA. Y sus vivencias concluyen en el impulso hacia una crianza más consciente y respetuosa con las necesidades de sus mascotas. No obstante, algunas experiencias narradas resaltan la crítica hacia un enfoque principal de las exposiciones más orientado a ganar premios que al bienestar de los animales, lo que también contribuyó a que se percibiera el evento como un espacio poco natural.